Cierto día decidí salir temprano con mi cámara colgada al hombro dispuesto a patear la calle sin rumbo fijo ni predefinido, con la intención de dejarme llevar por mis sensaciones, buscando cualquier motivo que me apeteciera fotografiar. Está nublado y afortunadamente el sol se vislumbra tras la densidad de las nubes... que momentasso ché!!! mirando por el visor al cielo infinito, activo el obturador y consigo la primera foto sin necesidad de andar demasiado: es la primera instantánea que ves en este post.
Está claro, mirar al cielo de vez en cuando dá mucho juego a la hora de captar luces, colores, formas, sensaciones,... las posibilidades son infinitas. Es cuestión de explotar más a menudo este recurso que se me ofrece.
Pero ahora que caigo,...conozco un lugar donde podré consrguir una foto la mar de chula! Tomo nota!
Hoy es el día Rafa, es cuestión de ponerse manos a la obra, coger el casco, la chupa (no de chapa querido O. Stone) hacer unos cuantos kilómetros en la amoto y aprovechar la luz del atardecer,... quizás me dé tiempo y logre mi objetivo. Recuerdo que ese día amenazaba lluvia y alguna que otra gota de agua sobre la visera del casco me hacía dudar reconsiderando mentalmente darme la vuelta y dejarlo para otro momento. No me dejé arrastar por estas elucubraciones mientras conducía y finalmente llegé al lugar, a la hora justa para captar la segunda imagen que te muestro. Por los pelos !!!
Con las siguientes instantáneas que ves, al revisitarlas, aún percibo en cierta medida las sensaciones vividas en aquellos días.
Con la placidez que me ofrece un paisaje, de manera natural aprieto el botón del obturador sin más, capturando en un microsegundo la inmensidad, las posibilidades infinitas que nos regala la tierra ...y el cielo, of course.
... TUBICONTINUED 
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