Hace unos días tuve la oportunidad de
asistir a una competición deportiva donde chic@s de todas las edades dejaban
patente que la actividad física es parte importante de sus vidas. Siendo tan
jóvenes tienen las ganas y la disciplina suficiente como para desmentir a los
que piensan que “a los niñ@s de ahora les
interesa más los botellones y juergas que el estudio y el trabajo”.
La competición, de kárate concretamente, me
llevó a rememorar mi adolescencia cuando lo más que sabía sobre artes marciales
era lo que veía en el cine y en TVE. Durante años nos machacaban (visualmente claro está) con pelis de
luchadores orientales, tipos que cruzaban ríos de un salto, que corrían más que
un rayo, que daban unas piñas de muy
señor mío… eran invencibles.
Creo que no me equivoco cuando digo que el
ídolo de todo jovencito que aspiraba a dominar las artes marciales ¿? era Bruce
Lee.
Aún recuerdo como a la salida de los cines tó kiski emulaba las patadas y los
golpes del invulnerable Bruce. Verlo como manejaba el nunchacu no tenía
precio. De los “luchacos made in spain”
que se agenciaba el personal quizás podría hacerse una tesis sobre su
fabricación, tamaño, colorido, etc., aunque quizás convendría no hacer
referencia a las auto flagelaciones que al parecer eran imprescindibles para
tener un dominio de este arma. Por
cierto hace poco revisité “El furor del Dragón”… sobran las palabras.
Los que se gastaban la paga en ver tales
virguerías mayormente eran chicos. (Apúntame)
Chicos en su mayoría eran los que
practicaban algún deporte y en aquellos tiempos no se veía muy bien que las niñas realizaran otra “actividad”
que no fuera el jugar con muñecas.
Los años pasan y a estas alturas nadie pone
en duda la capacidad de las mujeres. No hay ninguna actividad que se les
resista y si se proponen algo seguro que lo consiguen. Si fuera necesario, a la
hora de dar mamporros no se cortarían un pelo y serían capaces (apuéstalo) de
echar por tierra “la hombría” de algún que otro mozalbete.
Como ejemplo de lo que digo os muestro
estas a-fotillos, donde un buen número de jóvenAs nos deleitaron con el dominio que tienen de este deporte.
Por cierto, mi sobrina Laura se proclamó campeona en su categoría !!!
Ya lo decía la canción…
“Las Chicas son Guerreras”. COZ. 1981. LAS
CHICAS SON GUERRERAS
TOBECONTINUED…